El pabellón David Córdoba de Daimiel se vistió de gala este fin de semana para acoger un torneo copero espectacular que hizo vibrar a los cerca de 800 espectadores que asistieron a ambas semifinales y a la gran final del domingo. En un duelo vibrante hasta el último segundo, el Autocares Rodríguez CB Daimiel se proclamó Campeón de la Copa de 1ª Nacional de Castilla-La Mancha tras imponerse en una final muy igualada que se resolvió en la segunda mitad, dejando momentos inolvidables para la afición local.
Desde el inicio, el encuentro mostró un ritmo frenético y una intensidad defensiva que marcó el desarrollo del primer tiempo. La primera mitad dejó un tanteo poco habitual para dos equipos de este nivel, con un ajustado 25-23 sin un claro dominador. La defensa de los exteriores de Azuqueca no permitió tiros cómodos de los daimieleños, por lo que el juego en la pintura se convirtió en el gran campo de batalla donde brillaron con luz propia Georvys Elías y Eugenio Illescas, quienes aprovecharon su ventaja física para dominar el juego bajo los tableros.
Tras el paso por vestuarios, Bazu salió con una actitud arrolladora, logrando un parcial de 0-8 que le permitió tomar la delantera en el marcador. El Autocares Rodríguez Daimiel, en su intento por recortar distancias rápidamente, se precipitó en varias acciones ofensivas, pero siguió creyendo en sí mismo hasta el final. La tensión era máxima y cada posesión se volvía crucial en la recta final del partido.
El momento clave del partido llegó cuando, con ventaja para BAZU, uno de sus jugadores fue expulsado tras recibir una doble técnica. Daimiel supo aprovechar este momento para recomponerse anímicamente, y tras los tiros libres, un triple de Darío Dondarza encendió la remontada. Poco después, otro triple de Pablo Villarejo acercaba a los locales en el marcador (46-50). Un robo crucial de Carlos Castaño que convertía en dos puntos al contraataque era rematado por un 2-1 de Villarejo que ponía por delante a su equipo después de mucho tiempo (51-50). La alternancia y la igualdad reinante convertían cada canasta en un golpe anímico para ambos contendientes. En medio de ese clima de alta tensión, Baranov apareció con un espectacular 2+1 que puso a los de Javier Ramírez dos puntos por delante, dejando el partido en el alambre con 16 segundos por jugarse.
BAZU no bajó los brazos y encontró en Oillataguerre la sangre fría suficiente para anotar dos tiros libres bajo una enorme presión y empatar el encuentro (54-54), silenciando momentáneamente a la ruidosa afición daimieleña. Con solo 7 segundos en el reloj, el Autocares Rodríguez Daimiel tenía la última posesión y la oportunidad de sellar la victoria. Fue entonces cuando Pablo Villarejo asumió la responsabilidad y, con un tiro en suspensión en el que la bola caía con nieve tras darle mucho arco para evitar el punteo de su defensor, encestó sobre la bocina para desatar la locura en el pabellón y entregar el título al Autocares Rodríguez Daimiel en un final de infarto.
Queremos dar las gracias a nuestra fantástica afición que volvió a llevar en volandas al equipo, sobre todo cuando más lo necesitaba. Este título va para todos vosotros.