No pudo ser. El Madrija Daimiel femenino se quedó a las puertas de la final de la Copa Primavera tras caer en semifinales ante un Yebo Yebo Almansa muy serio, que se impuso por 43-64 en la Ampliación. Las jugadoras dirigidas por Pablo Villarejo lucharon hasta el final, pero acusaron el parón competitivo de tres semanas, algo que se notó especialmente en el ritmo e intensidad de juego.

El partido comenzó con las visitantes muy enchufadas, marcando el ritmo desde el salto inicial y dejando claro que venían con las ideas muy claras. Las daimieleñas, por su parte, tardaron en encontrar sensaciones, algo lógico tras varias semanas sin competición. Aun así, lograron meterse en partido con buenos minutos en ambos lados de la pista y recortaron distancias en el marcador en varios tramos del encuentro, animadas por su afición.

Sin embargo, en la recta final, el físico y la profundidad de banquillo del conjunto almanseño marcaron la diferencia. El Yebo Yebo Almansa supo mantener la calma y aprovechar sus oportunidades para abrir brecha en el marcador y asegurarse el pase a la final.

A pesar del resultado, las jugadoras del Madrija Daimiel pueden estar muy orgullosas del trabajo realizado durante toda la temporada. Vencieron en los dos enfrentamientos anteriores al equipo almanseño, y aunque esta vez no se repitió la historia, han dejado claro que están en el camino correcto. Este tropiezo no borra una campaña llena de momentos positivos y progresos notables, y debe servir como motivación para seguir creciendo de cara al próximo curso.