La segunda jornada del V Campus CB Daimiel se desarrolló con la misma intensidad y entusiasmo que el primer día. Durante la mañana, los jóvenes jugadores se centraron en el trabajo técnico-táctico de ataque desde la recepción, profundizando en conceptos clave como el uso de fintas, paradas y arrancadas para generar ventajas frente al defensor.
Los entrenadores insistieron en la importancia de tomar decisiones rápidas y eficaces desde la recepción del balón, utilizando movimientos como las paradas en uno y dos tiempos, fintas de salida y de tiro, además de lecturas básicas del juego. Los chavales respondieron con un gran nivel de implicación y esfuerzo, perfeccionando recursos ofensivos fundamentales que les permitirán desenvolverse con mayor soltura en situaciones reales de partido.
La parte lúdica del campus también cobró protagonismo con la celebración del draft para las competiciones de 3×3 y 5×5, un momento muy esperado por todos. En un ambiente de emoción y camaradería, se conformaron los equipos que competirán a lo largo de la semana, cuidando que haya un equilibrio competitivo entre ellos. Esta dinámica, inspirada en los draft profesionales, fomenta la responsabilidad y la implicación en equipo.
Con la llegada del mediodía, y para combatir el calor, los participantes disfrutaron de un refrescante descanso en la piscina, donde pudieron relajarse y recargar energías para afrontar la intensa sesión vespertina.
La tarde dio inicio a la esperada competición de 5×5, que no defraudó. Los partidos fueron tan igualados como vibrantes, con desenlaces que en algunos casos se decidieron por un solo punto o por espectaculares canastas sobre la bocina, generando momentos de emoción para todos. La pasión por competir se hizo notar en cada jugada, y los jugadores demostraron no solo lo aprendido en el entrenamiento de la mañana, sino también una gran deportividad y ganas de superarse.
Sin duda, fue una jornada completa en la que baloncesto, diversión y convivencia volvieron a ir de la mano. El campus sigue su curso dejando buenos momentos tanto dentro como fuera de la pista.