Este sábado se puso el broche final a la 5ª edición del Campus de Baloncesto del Club Baloncesto Daimiel, con una emotiva jornada de clausura que reunió a participantes. El acto fue presidido por Pedro Ruíz Moreno, presidente saliente del CB Daimiel, y Román Ortega, concejal de Deportes, quienes junto a los monitores hicieron entrega de los diplomas a todos los jugadores y jugadoras que han formado parte de este campus.
La jornada comenzó con la disputa de las esperadas finales de las competiciones de 5×5, tanto en categoría minibasket como en canasta grande, que habían quedado pendientes del día anterior. Los partidos estuvieron marcados por el entusiasmo, el esfuerzo y el espíritu de equipo de todos los participantes, que demostraron cuánto han aprendido y disfrutado durante toda la semana.
La tarde del viernes estuvo dedicada al ocio y la diversión con la ya tradicional fiesta del agua, uno de los momentos más esperados del campus. Los niños y niñas se lo pasaron en grande deslizándose por el tobogán acuático, lanzándose globos de agua, jugando con pistolas de agua y, como colofón, disfrutando de la fiesta del cañón de espuma, todo ello acompañado por la mejor música y un gran ambiente festivo.
Tras una merecida ducha y una cena en el pabellón, comenzaron las actividades nocturnas, que dieron lugar a una velada llena de emociones. Uno de los momentos más entrañables fue la lectura del “buzón del amor”, en el que se compartieron cartas anónimas llenas de cariño, bromas y sentimientos, que arrancaron risas, sonrisas y alguna que otra lágrima a monitores y participantes.
La noche continuó con el “Túnel del Terror”, una actividad preparada con gran dedicación por los monitores, que ambientaron el pabellón con una historia de miedo que combinó sustos, risas y mucha adrenalina. La jornada concluyó con la tradicional acampada nocturna, una noche de convivencia y unión entre todos los integrantes del campus.
El sábado por la mañana, tras el toque de diana, los participantes fueron recibidos con el ya clásico desayuno de churros con chocolate, preparado por las ayudantes del campus. Gracias de corazón a todas ellas por su desinteresado esfuerzo año tras año.
A lo largo de la mañana se desarrollaron las finales de la competición de 5×5 y, tras ellas, se celebró el acto de clausura, en el que se reconoció el esfuerzo, el compañerismo y la evolución de todos los chicos y chicas que han formado parte de esta experiencia.
La ceremonia concluyó con una gran foto de familia, en la que jugadores, monitores y familiares posaron juntos, reflejando el espíritu de unidad y cercanía que define al CB Daimiel.
Desde el club se agradeció el compromiso de todos los implicados en la organización del campus y se destacó el papel fundamental de los monitores, quienes con su dedicación y entusiasmo han hecho posible que esta quinta edición haya sido, una vez más, un rotundo éxito.