El equipo llegaba a este exigente encuentro con la confianza que daban las dos victorias consecutivas anteriores. Enfrente esperaba Salesianos, un rival en plena dinámica positiva con tres triunfos seguidos —incluyendo una contundente victoria ante La Solana por más de veinte puntos— y con la intención de mantenerse en lo más alto de la clasificación.
El partido comenzó con una intensidad altísima. Ambos conjuntos apostaron por ataques rápidos y mucho ritmo, aunque las imprecisiones dominaron los primeros compases. Pese a ello, se percibía un choque equilibrado, de esos que se deciden en detalles.
En el segundo cuarto, nuestras chicas dieron un paso adelante desde la defensa. Con esfuerzo colectivo, ayudas bien ejecutadas y mejor selección de tiro, lograron abrir una renta de 9 puntos. Sin embargo, Salesianos respondió con un gran acierto exterior, castigando cada mínimo error y aprovechando algún regalo local para igualar el marcador antes del descanso: 34-34.
El tercer cuarto mantuvo el pulso competitivo del encuentro. Hubo constantes alternancias en el marcador y los pequeños detalles empezaron a tener un peso enorme. A nuestras jugadoras se les notaban los minutos acumulados: aparecieron pérdidas en la circulación de balón y dificultades para finalizar acciones claras. Salesianos supo aprovecharlo para cerrar el periodo con ligera ventaja: 44-48.
Con el partido abierto y la grada entregada, llegó el momento decisivo. Las visitantes consiguieron mantener una renta estable de 5 puntos a falta de 3 minutos, pero las daimieleñas nunca dejaron de creer. Apoyadas por el empuje del público y un último esfuerzo defensivo, el equipo firmó un parcial lleno de coraje: robos clave, rebotes fundamentales y ataques más serenos. Una defensa final impecable terminó por sellar una victoria épica: 58-57, tercera consecutiva para nuestro casillero.
Un triunfo de carácter, esfuerzo y fe colectiva. Felicitar a Salesianos por su gran partido, que permitió disfrutar de un encuentro emocionante hasta el último segundo. Las sensaciones son inmejorables: el equipo crece, compite y demuestra que puede pelear con cualquiera.


