El pasado 18 de mayo nos dejaba David Córdoba Ortega, una de las personas más importantes en la historia del baloncesto daimieleño. Su trabajo, junto al de muchos otros, ha servido para que el deporte de la canasta haya gozado de una salud de hierro en la ciudad de Daimiel desde hace más de cuatro décadas, siendo en estos últimos años en los que ha crecido exponencialmente gracias también al esfuerzo y desempeño de David.
Desde pequeño tuvo claro que esa pelota de baloncesto con la que hacía sus primeros lanzamientos en el colegio Infante Don Felipe le acompañaría durante toda su vida. También desde muy temprana edad mostró esa inquietud por la formación, llamándole a coger la pizarra para dirigir a jugadores a los que tan sólo les llevaba un par de años. Para ello hay que tener carácter… y de eso David andaba sobrado. Como no podía ser de otra manera contagió su pasión por el baloncesto a su familia; sus hermanos, primos y recientemente también a sus hijos. Todos ellos siguieron su estela y continúan muy ligados al deporte de la canasta.
Como jugador lo pudimos ver con el 10 a la espalda defendiendo los colores del club desde categorías inferiores hasta 1ª Autonómica. David era un competidor nato, disciplinado, un jugador que, como en la vida misma, lo daba todo por los demás. Por el equipo. Nunca dejó de compaginar el jugar con entrenar a algún equipo de cantera. Son varias generaciones de chavales a las que ha formado en ciclos completos desde Alevín hasta Junior, habiendo comenzado un nuevo ciclo hace dos años con un grupo de jugadores en los que, al igual que en el resto de conjuntos a los que ha dirigido, ha dejado una huella imborrable. Su trabajo a nivel de cantera era reconocido a nivel regional, formando parte desde hace varias temporadas del staff técnico de la Federación de Baloncesto de Castilla La Mancha para las selecciones provinciales.
En los últimos 20 años ha formado parte de la directiva del CB Daimiel, en la que ha ocupado todos los puestos de responsabilidad. Hombre para todo dentro de la estructura del club. Durante su presidencia entre los años 2005 y 2009 el club jugó dos fases finales de Copa y una F4 a de ascenso a Liga EBA. Una época en la que se estuvo a un paso de lograr lo que se ha conseguido más recientemente. Como anécdota podemos contar que durante esos años también se encargaba personalmente de hacer el trayecto Daimiel-Ciudad Real de ida y vuelta con su coche particular para que varios jugadores pudieran entrenar durante la semana. Algo que demuestra el nivel de implicación de una persona que estaba dispuesta a hacer todo lo necesario por su club.
Te has marchado demasiado pronto y nos dejas un vacío que será imposible de llenar. La vida puede ser muy injusta y en situaciones como la que nos acontece queda totalmente demostrado. Como ya sabrás desde donde nos estés viendo ahora mismo, vamos a seguir trabajando unidos para que todos tus años de esfuerzo y dedicación por el baloncesto de Daimiel sigan dando grandes resultados. Lucharemos por ese ambicioso proyecto que teníamos en mente para que la cantera sea el presente y futuro del club.
Continuaremos con tu legado.