Los daimieleños comenzaron el partido con gran intensidad, desplegando un alto nivel de juego tanto en ataque como en defensa. La presión defensiva puso en aprietos al CB Manzanares, pero tras un tiempo muerto solicitado por el entrenador visitante, lograron igualar la intensidad. Este cambio llevó a conceder algunas canastas fáciles a los de Javier Ramírez, lo que equilibró el marcador al final del primer cuarto.
El segundo cuarto se mantuvo un alto nivel de dureza por parte de ambos equipos. Las defensas fueron sólidas y en ataque se movía bien el balón buscando las mejores opciones de tiro. Fue un cuarto muy igualado, pero el Luyra Enosentidos Daimiel se mantuvo ligeramente por delante, yéndose al descanso con una ventaja de +2.
El reinicio tras el descanso no fue positivo para los daimieleños. Les costaba mucho generar ventajas ofensivas para tiros liberados, y la defensa bajó en intensidad, lo que permitió al CB Manzanares anotar con demasiada facilidad. Este tramo del partido puso al equipo en una situación complicada, ya se perdió la ventaja acumulada para acabar el cuarto con 6 puntos por debajo.
Conscientes de que se enfrentaban al segundo clasificado y que el partido estaba a su alcance, el equipo salió con máxima concentración y entrega en el último cuarto. Una defensa férrea fue clave para robar balones y aprovechar contraataques rápidos que terminaron en canastas bajo el aro. Esa energía renovada permitió anotar 19 puntos en el periodo mientras se limitó al rival a solo 7 puntos, consolidando merecida victoria que premia el esfuerzo realizado durante todo el partido.
El triunfo refleja el espíritu competitivo del equipo, especialmente en momentos decisivos. La victoria contra un rival de la parte alta como CB Manzanares demuestra el potencial de los jóvenes daimieleños.