La mañana arrancaba con los entrenamientos específicos adpatados a la modalidad de juego 3×3, ya que por la noche se disputaría el esperado torneo nocturno con las gradas abiertas a familias y aficionados.
Tras los primeros entrenamientos, se disputaron las competiciones de Two Ball, triples y se avanzó en las competiciones de 1×1 y triples, dejando para el día siguiente las respectivas finales. Como el tiempo acompañó, los chavales pudieron darse un baño en la piscina para terminar la mañana.
Por la tarde teníamos el momento competitico más esperado del campus. Un total de 19 equipos repartidos entre canasta grande y canasta pequeña disputaron partidos desde las 19:00 hasta las 23:00 ininterrumpidamente. Pudimos ver finales apretamos y muchísmos encuentros que se decidieron en la “canasta de oro” al acabar el partido en empate. Esto habla muy bien el equilibrado nivel de los chavales y de la energía competitiva que imprimen a su juego. Las finales se dejaron para el sábado por la manaña.
Para el viernes tenemos la fiesta del agua y la acampada en el pabellón, con una fiesta del terror tematizada y preparada por nuestros monitores para arrancar sustos y muchas sonrisas a todos los chavales.